JUSTO GONZÁLEZ ESPINAR
MI PADRE
De forma anárquica he tratado de describir, mínimamente, algunos de los recuerdos que, con las pocas neuronas que me restan, soy capaz de plasmar por escrito.
Podría ser el patrón de muchas familias españolas “rojas y/o republicanas
La familia se recompuso en los años cuarenta y tantos al trasladarse todos a la ciudad de Elche (Alicante). No fue casualidad elegir Elche: la conmutación de la pena de reclusión perpetua a mi padre, Justo González Espinar, llevaba añadida el estar desterrado a más de 200 Km. de su tierra, Gergal (Almería). La familia comenzó su andadura alquilando unas habitaciones y echándose a la calle a buscar cualquier pequeño empleo para sobrevivir. Cada hermano, los mayores fundamentalmente, buscaron formas para ganarse la vida…
Mi padre, que tenía una formación razonable para la época, recuerdo de él su buena caligrafía y buen sentido común. Algunos domingos, nos leía el Quijote.. Aprendió un oficio relacionado con el calzado, industria básica de la ciudad, las hormas.. y después de varios años de trabajar en una fábrica de hormas, y aprender, decidió independizarse y ganarse la vida de forma autónoma; llegó a tener un pequeño taller para reformas de hormas que lo compatibilizó con una representación de hormas nuevas para fabricar zapatos… lo que le permitió, en aquellos años, vivir razonablemente para la época. El resto de hermanos se casaron y siguieron su vida en Elche. Hoy viven tres.
Recuerdo que me hacia acompañar a las fábricas de zapatos, los jóvenes a los 10 ó 12 años comenzaban a trabajar.. 12 horas diarias seis días semana. Los sábados por las mañanas lo más jóvenes limpiaban las fábrica y luego lavaban el coche del Jefe… siempre me repetía que eso era “la nueva esclavitud “hay que huir de esto” .. “Tienes que estudiar… “
Su ocio, fundamentalmente, era ir “al campo”, un pequeño terreno, en Gergal sería cortijo, con una casita. Allí con sus hermanos y algún amigo almorzaba y en la época de caza acompañaba a los que podían tener escopeta, y alguna vez le dejaban disparar… Él nunca pudo tener permiso de armas para tener su propia escopeta.. Le gustaban con pasión.. No pudo ser.. LOS PENALES Y LOS INFORMES POLICICALES NO SE LO PERMITIERON. En casa tenían un patio, siempre con algún perro y pájaros de perdiz que le servían de entretenimiento.
El día 1 de Mayo.. Siempre muy temprano se iba al campo siempre cuidó estar ese día con mucha gente y a ser posible con alguien del “régimen”.. Por si acaso.. Siempre tuvo miedos, aunque no lo decía ………. ¿Cuanto habría pasado?
Rechazaba los informativos y la prensa “todo es falso”.... con muy poca gente habló de la política y desde luego siempre con sumo cuidado. Sólo escuchaba por las noches, y con el sonido muy bajo, la radio…
Algunas frases repetidas hasta la saciedad.. “No digas a nadie que escucho la radio por las noches..” “Lo que oigas en esta casa no se lo digas a nadie..” “Si alguna vez te dicen rojo o hijo de un rojo.. No te des por aludido”.
Teniendo 11 ó 12 años un verano fuimos, en un Citroen 2 CV que compró mi padre, a Gergal.. Recuerdo la carretera sin asfaltar hasta el pueblo y que entramos y salimos sin parar.. Una expresión de mi madre “ el papá está nervioso” … quedó grabado en mi mente.. Estaba descompuesto. Nunca más volvimos. Tuvo relación con un primo suyo que era maestro en Tabernas, José Guijarro. Varios veranos volvimos hasta Tabernas incluso fuimos a Almería.. Mi hermana también estableció buena amistad con los primos de Tabernas.. En varias ocasiones fue en Autobús a visitarlos y pasar unos días. Ellos también visitaron Elche. En una ocasión lo acompañé a Tíjola.. Murió un primo suyo.
Mi padre falleció, a los 56 años, unos meses antes que el dictador: en agosto de 1975. Me contaba que el elegir esta ciudad fue debido a que había oído que era un lugar donde era posible encontrar algún empleo…
Este patrón seguro que es aplicable a miles de familias españolas tras el golpe de Estado fascista. Al igual que millones de españoles trataron de rehacer sus vidas, y todos ellos mantuvieron en términos generales un absoluto silencio sobre su pasado. En nuestro caso, tal vez el único de toda la familia, que transmitió alguna opinión era el mayor, mi padre. Pero reconozco que todo era un misterio. Frases cortas y siempre con un final “lo que escuches en esta casa no lo cuentes a nadie”. Tenía 18 años cuando perdí una de mis referencias en la vida. Del recuerdo de mi padre me queda que trabajaba y trabajaba, no leía prensa, pues “es todo falso”, no se relacionaba apenas y profesaba una animadversión por las religiones en general y muy en particular por la católica: fuimos bautizados los tres hijos, “era necesario para todo” pero no llegué a realizar la primera comunión.. Excuso decirles lo que tardé en entender el hecho, corrían los años sesenta. Me prometió que cuando fuera mayor de edad si decidía escoger una religión, de forma libre, él no tendría inconveniente en acompañarme.. No entendía nada.. con 8 ó 9 años.. Hoy confieso abiertamente mi ateísmo.
Tengo en la mente unos minutos de conversación con mi padre, estaba anocheciendo, en la puerta de la casa donde vivíamos : en la que casi textualmente me dijo “ daría todo lo que estuviera a mi alcance para que conocieras la libertad, para que supieras que son los partidos políticos” luego recuerdo que me dijo que tal vez algún día yo conocería los partidos políticos, a Santiago Carrillo y a la Pasionaria.. Mi mente adolescente gravó casualmente aquellas frases que siempre ha ido conmigo…..
Siempre hizo un esfuerzo especial en explicarme la diferencia entre preso común y preso político.. Yo no entendía nada.. Era todo tan raro..: repasaba los textos de literatura y/o de historia y se enfadaba….. ¿Dónde esta García Lorca y…? “ellos lo mataron”..Y la República…?, Era todo tan raro para mí..
De sus ataques de sinceridad, lengua suelta, me impresionaba cuando contaba las tortura a las que fue, fueron, sometidos en las distintas cárceles, el hambre que pasaban,. La relación con sus compañeros presos, con sus guardianes y sobre todo con los curas de las prisiones “estaban gordos y lustrosos con unas papadas….” Siempre le recordaban que "el Señor los acogería…” Me parecía una película.. Era tan duro todo. Sinceramente me costó creérmelo.. Luego siempre venía aquello de….. no se lo digas a nadie…. Recuerdo el penal del Dueso.. y “los batallones de trabajadores..”
Entre las crueldades mías, como me duele pensarlo, y, más escribirlo.. Es la primera vez que lo hago. Le preguntaba…. ¿ Si tú has estado en la cárcel.. Será por algo.. Algo habrás hecho..? Entonces venía lo anterior.. Preso común.. Preso político..
Lo entiendo pero ya no está él.
Sólo la casualidad ha hecho que los nietos hayamos podido recomponer, algo de la pequeña y trágica historia de una persona buena: Debemos agradecer a estudiosos de la historia almeriense, a la alcaldesa de Gergal a lugareños, no recuerdo los nombres, que me han hablado, fundamentalmente de mi abuelo.. Sin duda dejó un buen recuerdo. En el 36 mi padre era un joven de 18 años..
En este setenta aniversario del fusilamiento de mi abuelo, peino infinidad de canas, y se han dado las circunstancias para que decida realizar este mínimo homenaje.. Desde luego que quiero hacerlo extensivo a muchos hombres y mujeres que he conocido, y que no, pero sé que han sufrido un destino parecido. La dictadura franquista.
Justo González Serna